miércoles, 5 de agosto de 2015

Casa Victoriana 2. El Dormitorio principal.

En las casas más pequeñas existirían dos dormitorios, el principal para el matrimonio y otro para los hijos de éste, los sirvientes dormirían en la cocina. En las casas más grandes los dormitorios se multiplicaban y los sirvientes pasaban a ocupar pequeños cuartos en las buhardillas.
Hasta la mitad del siglo XIX no se comenzó a prestar a los dormitorios, parte privada de la casa, la misma atención decorativa que a los salones y zonas de recibir.
En un dormitorio victoriano encontraremos alfombras (más humildes que las de los salones) muebles de caoba, en las casas más pudientes y una cama con cuatro postes y cortinas. Como ya mencioné en esta época se observaba como una virtud el hecho de que cada habitación estuviese reservada para una única actividad, por eso, si bien encontramos muebles como burós para la escritura, la actividad a la que se destinaba esta habitación hacia que todo el protagonismo recayese sobre la cama.
Una de las preocupaciones que marcaron el periodo victoriano fue el interés por la higiene, la ventilación y la lucha contra las plagas de pequeños insectos que ponían en peligro el hogar y a sus habitantes. Hay que tener en cuenta que los colchones estaban hechos de materia orgánica, lo que llamaba insistentemente la atención de pulgas y chinches. Aún así las recomendaciones higiénicas de la época ponen un poco los pelos de punta. Lo normal era que no todas las sábanas se lavasen y cambiasen a la vez sino que una semana se lavase por ejemplo la sábana bajera y así capa por capa.  Solo al tener en cuenta que antes de este periodo se consideraba que había que cambiar las sábanas únicamente dos veces al año puede verse el adelanto en materia de higiene.


Un masters bedroom muy especial:





En la serie de documentales de la BBC The Victorians, que recomiendo a todo el que le guste este periodo, dedican un buen espacio a hablar de un dormitorio muy especial, la habitación de la reina Victoria y Albert en Osborne House. Esta casa, situada en la isla de Wight supuso un retiro paradisiaco para la pareja que aquí podía huir de la encorsetada vida y las responsabilidades de la reina. Los que saben del tema dicen que aquí fueron realmente felices y por las pequeñas pistas diseminadas por la habitación parece que la afirmación es correcta:

1º) Doble cerrojo en las puertas, presumiblemente para no ser molestados en su intimidad.

2º) Placa conmemorativa en los pies de la cama que muestra las fechas de la primera y la última vez que el matrimonio durmió en ella.

3º) Perfiles de Victoria y Albert frente a frente camuflados en estampado del chaise longue.


miércoles, 15 de julio de 2015

Un par de disecciones



He encontrado un par de casas victorianas seccionadas para que se les vean bien las tripas,  antes de seguir con el dormitorio de los señores parece interesante echarles un vistazo.  La primera es la casa de los personajes de Upstairs, Downstairs, la segunda la he encontrado en los materiales que el Geffrye Museum ofrece para preparar la visita.
Ahí van:


miércoles, 1 de julio de 2015

Casa Victoriana 1. La domesticidad victoriana.



Este es un tema que me apasiona, creo que porque me atrae mucho la historia de la vida privada y lo que pasaba en las casas, lo que podría habernos pasado a cualquiera de vivir en otro tiempo, mucho más que los grandes hechos y batallas. Y es en época victoriana cuando se vive el gran auge de la domesticidad, el hogar toma un protagonismo antes desconocido y eso se traduce en el arte, la literatura, la arquitectura… Creo que es ese olor a hogar en todas las manifestaciones artísticas lo que me acerca a este periodo con especial atracción.
El caso es que ando leyendo Inside the Victorian Home de Judith Flanders y se me ocurrió crear una serie de posts inspirados en el libro, para hacer de guía por las estancias de una casa victoriana, un papel en el que me gusta verme.





  1.     Una pequeña introducción frente a la casa.

                                      Casa de Tomas Carlyle

“ An Englishman´s home is his castle”  En el centro de todo lo que tiene que ver con la domesticidad Victoriana se encuentra esta frase.
El hogar es un castillo por dos cuestiones. En primer lugar porque supone un espacio diferenciado y seguro, alejado de las contingencias del trabajo por primera vez en la historia para gran parte de la población. Para las clases más bajas el trabajo se desarrolla en las fábricas , para los profesionales  de la clase media alta, sus antiguas casas en el centro de la ciudad se convierten en despachos y consultas, a las que acuden desde los suburbios en los que, huyendo del bullicio, han situado su hogar.
En segundo lugar la casa es un castillo porque es un símbolo de poder, el poder de la familia fuertemente jerarquizada, que se materializa en todo lo referente al hogar, especialmente en dos aspectos: el gusto decorativo y la segregación y jerarquización del espacio y las estancias. 
Como sabe cualquiera que haya visto un poco de cine o la literatura ambientados en esta época el gusto, el “taste” no se entendía como algo individual, abierto a la creatividad de cada uno. El gusto en el vestir, en el arte y en la decoración era sancionado como parte de una moral colectiva que se basaba en la pertenencia a una clase y valores como el recato que no podían ser ignorados si uno quería ser parte de la sociedad. El hogar como un castillo es símbolo del dominio sobre una sociedad, la que se encuentra fuera de sus muros y la que vive dentro. Este hogar-fortaleza estaba diseñado para causar buena impresión en los que osaban atravesar sus muros, es por eso que las habitaciones destinadas a recibir invitados o alojarlos eran decoradas de manera mucho más rica y cuidada que las habitaciones de uso familiar. Esto es algo que personalmente he comprobado una y otra vez al visitar casas museo, siempre prefiero los bonitos cuartos de madera, austeros y acogedores de los señores y sus hijos a los salones de recibir, con sus papeles pintados brillantes y sus dorados cegadores.
El segundo símbolo de estatus y poder lo encontramos materializado en la división del espacio y sus usos. Hasta ahora las habitaciones habían sido en muchos casos espacios para todo, ahora el hecho de que cada acción tuviese asociado un espacio concreto era entendido como símbolo de higiene, estatus y alta moral. Los niños debían confinarse en sus habitaciones, los adultos en las suyas y sobre todo los sirvientes debían estar alejados de los señores. La segregación y la diferenciación de los espacios según el lugar que se ocupaba en la sociedad era un aspecto muy importante tanto de la casa como de la ciudad.
En la pequeña sociedad del hogar-fortaleza el señor, padre y cabeza de familia, se encontraba en la cúspide, bajo él la señora de la casa, madre y encargada de que todo en el hogar funcionase como un reloj a través de las órdenes dirigidas continuamente a los criados, moradores de la base de la pirámide jerárquica de la casa y la sociedad. 
 En nuestro recorrido visitaremos las habitaciones de una casa modelo de la clase media alta en los suburbios de una gran ciudad.  Recorriendo sus estancias veremos las ocupaciones y características de sus habitantes y por tanto de esta sociedad.
Para terminar un breve ejemplo de lo que supondría el plano de una de estas casas:

Planta más alta: Dormitorios de los niños y los sirvientes
Semi-planta: baño
Segunda planta: Habitación de los señores e invitados.
Primera planta: Salón principal
Planta baja: Salón comedor para la cena, sala de estar para las mañanas.
Sótano:  Cocina y  despensa.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Cleopatra, Stacy Schiff.

Como creo que ya comenté estoy haciendo unas asignaturas de Historia del Arte por la Uned. Entre estas asignaturas se encuentra Historia Antigua y entre sus temas Egipto. Ohhh Egipto! A mi que siempre me ha tirado el frio, los cielos grises y las tierras verdes,  el valle del Nilo me tiene cautivada.
Estoy segura de que tiene bastante que ver con el papel de la mujer en esta civilización, que hace que la Grecia y Roma antiguas me resulten áridas historias de guerras y hombres.  También me gana por su religión y su arte, siempre unidos, en una cosmovisión narrada con intrincados y cautivadores símbolos.
Cuando Cleopatra toma su veneno da un portazo a casi 5.000 años de historia, de continuidad a penas interrumpida en el arte, la religión, la cultura... Ha sido realmente emocionante acompañar de la mano de Stacy Schiff a la última faraona. La autora pretende en todo momento desmitificar la figura de Cleopatra, despojándola sobre todo de la carga erótica, violenta y manipuladora que se le ha ido acumulando a lo largo de la historia. Stacy Schiff contrasta los comentarios de numerosos autores antiguos (todos ellos hombres) y ahonda en la cultura y las evidencias históricas haciendo que emerja una nueva Cleopatra, una reina inteligente y astuta en sus estrategias, una mujer valiente y poseedora de un encanto sin igual, a pesar de que en su época nadie alabara su belleza.





Cleopatra es Alejandría, ciudad que se nos describe con todo detalle, tanto que en momentos se puede llegar a oler las especias de sus mercados.  Alejandría es cultura,  bullicio, comercio, sensualidad; es oriente. Egipto es en estos momentos el reino más rico de la tierra, un reino que ha colaborado en numerosas ocasiones con los gobiernos romanos y al que se recurre indefectiblemente cuando las cosas se ponen feas.  A sus costas llega Pompeyo, y allí es decapitado, a su palacio llega Julio Cesar y Cleopatra queda en cinta de Cesarion. Egipto colisiona con una Roma en comparación pobre y bárbara.

En Egipto Cleopatra enamora a dos de los romanos más importantes de su época. Primero Julio Cesar y a su muerte Marco Antonio, sucumbe a los encantos de la reina. Que se quiten Romeo y Julieta y tantas otras historias de amor legendarias, para mi, sin lugar a dudas esta es la más épica aunque puede que no las más romántica. Demasiados intereses políticos y económicos, puede ser, para el amor y aun así la figura de Marco Antonio clavándose la daga cuando cree perdida a su reina encarna el drama, la imposibilidad del amor.




A pesar de que todos sabemos que una biografía de Cleopatra nos va a dejar un gusto amargo, porque es de dominio público que la cosa no termina muy bien, lo cierto es que el viaje merece mucho la pena y más de la mano de Stacy Schiff, que con su prosa valiente y elegante resulta la escritora más adecuada para dar voz a la última faraona.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Otras cosas bonitas que hacer con libros.

Llevo varios años alucinada con este tipo de arte. Las obras son pura poesía, mezclan escultura, pintura, literatura... Me encantaría hacer algún taller para aprender lo más básico, aunque creo que luego me daría penita destripar un libro, sobre todo por no confiar en los resultados.

Obras de Brian Dettmer:















Sue Blackwell:




















martes, 21 de octubre de 2014

La dictadura del espacio-tiempo

Creo que siempre me recuerdo deseando estar en otro tiempo y otro lugar.  Llevo un par de semanas pensando esta entrada, Mi idea no era filosofar mucho por aquí, pero me estoy dando cuenta de que me cuesta más escribir sobre productos culturales que sobre mi. Al fin y al cabo uno pasa observándose toda la vida. No es que lo que vaya a decir no tenga nada que ver con este blog.  Voy a hablar de cierta ilusión y cierta nostalgia que son inseparables del efecto "de tacitas".
El caso es que el otro día paseaba por El Retiro, parque junto al que vivo y de repente, porque la luz y la estación coincidían (creo), recordé una excursión que hice de pequeña con el colegio. Recordé exactamente pensar "algún día viviré por aquí" y que ese deseo me hiciese más ilusión que todas las cosas buenas que se pueden ver y tocar.  Y ¿voila! , hoy vivo justo aquí, y lo disfruto enormemente pero si tengo que soñar sueño con el día en que viva en Paris o Bath y pasee con una baguette o tome un cream tea cada tarde.
Si mi dolencia se quedase así sería grave pero no incurable, porque total, no es difícil trasladarse a Francia o Inglaterra, de hecho cada vez entra  más dentro de mis planes. El espacio es un problema pero el tiempo es la dificultad verdadera. Trasladarse al XIX por ahora no entra dentro de las posibilidades de nadie y por ello he llegado a sufrir.  Es una sed que no se puede paliar, que se mitiga y se alimenta a la vez leyendo, viendo películas, soñando...
¿Hasta que punto una imaginación activa y esta sed de otro tiempo-otro lugar no son perjudiciales?
Recuerdo la última vez que vi una película de época y al terminar el mundo me parecía mucho más feo y sucio... !era el plástico! tres horas sin ver ni un objeto de este material para echar un vistazo a mi habitación y detestarlo.

El aquí-ahora, que según la ancestral meditación budista y el moderno mindfulness, es la base de la salud mental, me cuestan muchísimo. Dicen que se entrena y en esas ando, pero el otoño es tannnn tacitas..

jueves, 2 de octubre de 2014

Temporada otoño-invierno.





El verano ha sido demasiado largo y anárquico, toca poner algo de orden y planear lecturas.  Me ilusiona pensar en tardes de lluvia y libros, tengo tantas ganas de frio que hoy con 25º y solete estoy haciendo un cocido... Es cuestión de abandonar Madrid y poner rumbo norte, pero esa ya es otra historia...
A lo que iba, planear lecturas no es fácil. Uno siempre tiene que dejar algo al factor sorpresa. Un libro es un viaje y puede que en el último instante te des cuenta de que no es el mejor momento para viajar a cierto lugar. Aún así, es cierto que una hoja de ruta ayuda a no perderse demasiado y que a veces de un viaje que comienza con cierta desgana se puede sacar lo mejor.
En mi cesta para este otoño recolecto:  Una novela, un ensayo sobre arte, dos sobre historia y un libro sobre una disciplina deportiva que estoy siguiendo.

1º  Wives and Daughters, de Elizabeth Gaskell:
Este verano vi la adaptación de Norte y Sur y me encantó,  así que cuando encontré en una charity de Bath este volumen me hice con él.  Espero mucho de esta novela porque creo que tiene todos los ingredientes que me gustan, así que empiezo el viaje con mucho ánimo. Solo espero que el inglés de Gaskell sea comprensible para mi.

2º Primer Volumen de Historia de la Vida Privada, de Philippe Aries y Georges Duby:
Comienzo por el tomo primero, Del Imperio Romano al año mil.  Varias veces se me pasó por la cabeza empezar directamente por el siglo XVII pero este verano visioné Yo, Claudio y ahora ando con Roma, con lo que mi interés por esta época se ha visto acrecentado notablemente. Que poder el de las series!  Además este año en un arranque de locura me he matriculado de unas cuantas asignaturas de Historia del Arte por la Uned, entre ellas Historia Antigua.
Pretendo leer los cinco volúmenes que conforman la obra completa según voy avanzando en la carrera.  La historia de la vida privada, o de las mentalidades,  ofrece el viaje que más me gustaría hacer... !el viaje en el tiempo!

3º  Life in Georgian Britain:
Librito que compré también en Bath este verano. Mi intención era leerlo en esta ciudad para comprenderla mejor, pero al final entre visitas y clases no tuve tiempo.

4º Art as Therapy, Alain Botton.
De éste no se mucho pero el título me atrajo y al autor le conozco por su proyecto The School Of Life.  Si,  como creo,  analiza ciertos valores positivos que pueden ser transmitidos por el arte,  me interesa.

5º Ballet Beautiful, de Mary Helen Bowers.
Quiero mantenerme en forma pero no me gustan nada los gimnasios. Huelen raro,  la música que suelen poner es aterradora, no me gusta estar rodeada de gente mientras me auto-torturo... No recuerdo como llegué por primera vez a Mary Helen pero sí que desde el primer momento me cautivó.  Es bailarina, y la rutina de ejercicios que propone está basada en la belleza y la delicadeza del ballet,  además la música de fondo de sus videos es una cuidada selección de piezas de piano y su voz es muy dulce.  Todo esto hace que el ejercicio por primera vez se me haga agradable, incluso placentero.  Este libro añade a los videos explicaciones y trucos como recetas de cocina. Seguramente escriba algo más a fondo sobre Ballet Beautiful en breve.
¿Qué libros tenéis pensados vosotros para el otoño?